Gran éxit de participació a la xerrada “Educació, Amor i Respecte com fer-los possibles?”
Gairebé cent persones vam poder gaudir a la nostra escola de la xerrada celebrada dimecres 4 de juny a càrrec del Carlos González (pediatra i escriptor de llibres com Bésame mucho, como criar a tus hijos con amor, Creciendo juntos, Entre tu pediatra y tú ).
La xerrada va donar eines sobre com tractar aspectes tant importants a l’educació com l’Autoritat, el premi, el càstic, l’amor i el respecte…, els límits.
Fem un resum de la xerrada:
1- Límits:
Actualmente vivimos en una sociedad en la que parece que los limites dan la felicidad. Sin embargo, lo niños ya tiene limites al margen de los que podamos imponer los padres: límite físicos, limites de tiempo (quieren tener más horas de juego), limites por motivos de seguridad.
Los adultos nos quejamos de los límites e intentamos superarlos. ¿Por qué imponer límites a los niños? Sólo habría que poner límites si son razonables, esto es, si el hecho de hacer algo puede suponer un peligro real para ellos. [Ejemplo: Santiago Ramón y Cajal a los 11 fabricó pólvora, y voló literalmente la puerta de un vecino; para él fue una travesura, hoy en día, ese niño tendría su futuro malogrado para siempre].
Hemos de tener cuidado a no confundir los límites, con la imposición de limites no racionales: “Haz lo que quiero porque si”. La sociedad ha perdido flexibilidad hacía los niños.
2- Autoridad:
Los padres tienen autoridad porque es natural e irrenunciable. Los niños necesitan que alguien les diga lo que tienen que hacer, en general los niños tienen muchas ganas de obedecer, pero es un error gastar toda la autoridad en dar órdenes sin sentido [Ejemplo: si te gastas todo el dinero en tonterías, cuando lo necesites de verdad para algo importante, no te quedará], por lo que se obtiene un mejor resultado si se dan menos órdenes [Ejemplo: Dios sólo impuso 10 mandamientos]. Si se dan demasiadas órdenes, te acaban desobedeciendo, por lo que es esencial aprender a tener autoridad.
Es función de los padres tolerar la frustración de los hijos cuando se les prohíbe algo [Ejemplo: hasta a Napoleón le seguían sus soldados refunfuñando, ¿cómo queremos que nuestros hijos no refunfuñen?]
En cuanto a las órdenes que se dan a los niños, hay que distinguir entre:
Hay que tener en cuenta que en cualquier conflicto, uno cede y el otro se sale con la suya.
Ante los desafíos a los que los niños someten a sus padres cuando se les prohíbe algo, hay que tener en cuenta que en general las personas no somos obedientes, y que los niños no se pueden acordar de todas las órdenes que les damos [Ejemplo: de lo que estudiamos en su día en el colegio, ahora no nos acordamos de todo, sólo nos acordamos de lo que repetimos continuamente, y olvidamos aquello que no practicamos tanto], por ello es importante poner señales. Cuando un niño nos mira con picardía cuando hacen algo prohibido, lo que están haciendo es pedirnos más información, para poder obedecernos mejor, por ello siempre lo hacen delante nuestro, pidiéndonos permiso con la mirada [Ejemplo: un niño dejará de pintar una pared cuando hayan probado todos los casos en los que le hemos dicho que no lo haga: ni esta pared ni la otra, ni con este color ni con el otro, ni un dibujo de un caracol ni uno de un avión,… así es como el niño aprende que no debe pintar ninguna pared].
3- Crianza con apego:
Se distingue entre apego seguro e inseguro: la seguridad no le viene al niño por el contacto físico sino por la atención que le prestan sus padres y la capacidad de sus padres de atender sus necesidades.
Ejemplo: test de la situación extraña: un niño está con su madre jugando en una habitación extraña pero llena de juguetes; en un momento la madre se va de la habitación, y el niño llora desconsoladamente. El tipo de apego entre madre e hijo se distingue según es la reacción del hijo cuando vuelve la madre (la reacción del niño depende de cómo le trata su madre la mayoría de las veces, si le presta atención o no, si le hace caso enseguida se genera un apego seguro):
Lo que le puede crear trauma a un niño no es lo que sucede una vez [Ejemplo: “me siento fatal porque le he dado un cachete”], sino lo que sucede la mayoría de las veces.
A veces no hacemos algo por miedo a que el niño “se acostumbre”. La definición en Psicología de “costumbre” es la disminución de la respuesta ante la repetición de un estímulo. Por ejemplo, decimos que cuando un bebé llora no queremos cogerle en brazos continuamente para que no se acostumbre. Pero se trata de una costumbre temporal, acorde a la edad que tiene (cuando tenga 10 años seguramente no necesitará que le cojamos en brazos cuando llora).
Hay un estudio que dice que cuando un niño tiene 12-16 meses se crea una idea del mundo en el que vive en base al apego que tengan con la madre (seguro o inseguro).
Otro estudio indica que miramos durante más tiempo aquellas cosas que nos sorprenden.
4- Premios:
Son inútiles, restan importancia a lo que el niño tiene que hacer, tanto si son buenos como malos. Producen una conducta condicionada y sus características intrínsecas son problemáticas:
– Naturaleza del premio: algo malo ( la tele, un caramelo…? Les estamos premiando con algo que les decimos no es bueno para ellos), algo bueno ( libro, jugar, excursión: el niño entenderá que sus padres no quiere pasar tiempo con el), o qué otro premio?
– El premio degrada el valor moral de la acción y crea cierta desconfianza en el niño.
– Sólo funcionan si son inesperados, los que se dan sin avisar, una vez se han hecho las cosas bien porque no degradan la calidad del acto del niño.
Es interesante analizar las siguientes 3 situaciones, en cuanto a la manera de transmitir:
1- “Si sacas buenas notas, iremos a Port Aventura” (consecuencia: para próximas ocasiones, si no hay incentivo no conseguiremos nada)
2- “Como has sacado buenas notas, iremos a Port Aventura!” (consecuencia: el niño puede interpretar que si no hubiese sacado buenas notas, los padres no querrían ir con él a pasarlo bien a Port Aventura)
3- “Oh! Qué buenas notas! Pues como ha acabado el curso, aprovecharemos e iremos a Port Aventura!”
5- Elogios:
Tienen un efecto variable y complejo.
Existen 3 tipos, siendo los recomendables aquellos orientados al proceso:
Cada 1-2 minutos realizamos sin darnos cuenta muestras de afecto hacia nuestros hijos. Sin embargo, cuando miramos la tele, estamos distraídos y no les hacemos tanto caso.
Todos los niños pequeños admiran a sus padres, y es función de estos transmitirles los valores con la vida cotidiana. Es fundamental el tiempo que se pase con los hijos.
6- Castigos:
Historia del hijo pródigo: el padre que acoge al hijo que después de aprovecharse de la bondad del padre, ¿cómo debería tratarle el padre? Con venganza? No, lo hace con el perdón, sin reproches ni comentarios. Hemos de aprender a perdonar a los niños.
REFLEXIÓN: ¿Cómo nos gustaría que nos trataran si volviésemos a ser niños?
ACTUACIONES RECOMENDADAS:
1- alabar y animar al niño
2- pasar mucho tiempo con él/ella
3- mostrarle mucho afecto
4- no recurrir demasiado al castigo
5- hablarle con amabilidad
6- fomentar su autonomía
7- mantener la calma
8- Buena comunicación amb el niño
9- atención y dedicación al niño
10- compartir actividades agradables
11- ser admirado como modelo de conducta, ya que los valores se transmiten con la cotidianidad.
TURNO DE PREGUNTAS:
1- ¿Cómo conseguir que nos hagan caso?
Hay que hablarles con educación pero también con mano izquierda, dirigiendo la conversación hacia donde nosotros queremos, dándole a elegir las opciones que a nosotros nos son indiferentes, y dando como un hecho consumado lo que nosotros sabemos seguro que queremos hacer (al niño hay que darle a elegir alguna cosa, no hace falta que sea la más importante).
2- ¿Cómo acabar con las peleas entre hermanos?
Si son leves, los padres no hace falta que intervengan en la pelea. Cuando uno de los dos hermanos sea sea más grande/fuerte que el otro, y el más débil pueda sufrir un daño real, se tiene que proteger al pequeño.
Se debe dar ejemplo: no olvidemos que ellos después resolverán sus conflictos como nos han visto resolverlos a nosotros.
3- Reglas en cuanto a nutrición (“mi hijo come poco”, “mi hijo come mucho”, “mi hijo sólo come porquerías”.
No es recomendable obligarles a comer, es una necesidad básica, como respirar, con lo que cada niño come lo que necesita comer. En cuanto a la calidad de lo que comen, la obligación de los padres es tener en casa comida sana; de los alimentos que haya en casa, no es un problema que los niños elijan qué comer; para los padres no debería ser un problema que el niño coma una cosa u otra de lo que hay en casa, ya que todo será sano. El problema aparece cuando en casa tenemos otro tipo de comida (snacks, chucherías, …); si los niños lo ven en casa, interpretan que tienen derecho a comérselo, a elegir eso. En resumen, la solución pasa por eliminar tentaciones.
La comissió d’espais familiars valorem molt possitivament tant la xerrada com la participació de les families.
Us hi esperem a la propera….
Organitzat per la Comissió d’Espais Familiars, AMPA Eulàlia Bota espaisampaeb@gmail.com