Queridos Reyes Magos,
Hace muchos años que no os envío ninguna carta, porque no tenía ningún deseo tan especial como para escribir una carta con tanta expectativa como hacen los niños.
Siempre he sido afortunada en todos los ámbitos y que me permite gozar de una vida digna y plena.
Hace 3 años he visto y participado de la creación de una comisión que al día de hoy es muy necesaria. Fundamentalmente porque todavía existen muchas barreras sociales y educativas, donde sus derechos se violan reiteradamente en nombre de una mayoría, de una igualdad, de la ignorancia y del prejuicio.
Me sabe muy mal cuando veo este colectivo sufriendo injusticias o olvidos porque son minoría, desconocidos y desprotegidos.
En estos 3 años he aprendido mucho junto a este grupo e incluso he cambiado viejos prejuicios y mi mirada hacia ellos. Hay tanto que aprender todavía.
Son familias y personas de una gran fortaleza que luchan sin descanso por el cambio y desarrollo de una sociedad y una educación más inclusiva.
Soy consciente de que las personas que se proponen trabajar en esta Comisión lo hacen porque en algún momento de su vida le ha tocado una persona con diversidad funcional.
Y me sabe otra vez muy mal que se vean muy sólos y por otro lado que el resto de la sociedad no sea capaz de aprender con ellos por miedo a salir de su zona de confort y brindarles una oportunidad.
He visto, vivido y me han relatado algunas experiencias tan fantásticas como cuando un hermano se emociona por su hermana que a los casi 5 años ha conseguido saltar por primera vez con los 2 pies juntos después de muchos años y sesiones de terapia y dedicación de todos de la familia. O cómo cuando a pesar de una discapacidad intelectual son capaces de olvidar y perdonar con una facilidad gigantesca que confieso que me siento pequeña y me produce envidia de esta gran capacidad que a muchos nos hace falta. O cuando consiguen conectar y comunicarse con sus iguales no os imagináis el esfuerzo que está persona hace constantemente para burlar su forma inherente de ser y hacerse presente y aceptable a un mundo hostil.
Así que este año os escribo con la misma ilusión y expectativa de un niño deseando que la Comisión Inclusiva tenga nuevos integrantes que luchen junto a ella por el derecho de que nuestros niños puedan seguir su aprendizaje sin prejuicios y plenos de derechos.
Sé que sois mágicos pero no sé si estáis familiarizados con las nuevas tecnologías, así que os dejo el correo de la Comisión Inclusiva para que nos llegue el regalo.
Inclusioampaeb@gmail.com
Me despido con mucha ilusión y ganas de conocer vuestro regalo,
Una mamá de la Comisión Inclusiva.